La secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kristi Noem, ha anunciado que el controvertido centro de detención para migrantes en Florida, conocido como 'Alligator Alcatraz', servirá como modelo para nuevas instalaciones similares. El centro, ubicado en los Everglades y rodeado de caimanes, será replicado en múltiples aeropuertos y cárceles del país.
Noem ha revelado que ya están considerando ubicaciones específicas en Arizona, Nebraska y Luisiana para estos nuevos centros de detención. La funcionaria ha contactado directamente con gobernadores y líderes estatales de todo el país para evaluar su interés en el programa de deportaciones masivas de la Administración Trump.
Ubicaciones estratégicas junto a aeropuertos
"Las ubicaciones que estamos barajando están justo al lado de las pistas del aeropuerto, lo que nos ayudará a alcanzar una eficiencia que nunca antes habíamos tenido", declaró Noem en una entrevista con la cadena CBS. Según la secretaria, "la mayoría de ellos están interesados" en participar en el programa.
La responsable ha destacado que en los estados que apoyan la política fronteriza estricta del presidente Donald Trump, "muchos de ellos cuentan con instalaciones que pueden estar vacías o infrautilizadas". Esta estrategia busca aprovechar infraestructuras existentes para acelerar el proceso de deportaciones.
Controversia por los costes económicos
Noem ha defendido el modelo 'Alcatraz de los caimanes' como "mucho mejor" que el sistema actual, especialmente en términos económicos. Según sus declaraciones, "el coste por cama ha sido mucho menor que el de algunos de los contratos anteriores del Departamento de Seguridad Nacional".
Sin embargo, los datos presupuestarios muestran una realidad diferente. El coste previsto por cama y día en los centros tradicionales del ICE para 2025 es de menos de 165 dólares (142 euros), mientras que el gasto en el nuevo centro asciende a 245 dólares (212 euros) por día.
Estrategia de rotación rápida
La secretaria ha justificado los mayores costes argumentando que la proximidad a aeropuertos facilitará "una rápida rotación" de detenidos. "Todas ellas están diseñadas estratégicamente para garantizar que las personas permanezcan menos días", subrayó Noem.
Algunas de las instalaciones propuestas aún están siendo evaluadas por el Departamento de Seguridad Nacional. "Puede ser mucho más eficiente una vez que se celebren las audiencias, se siga el debido proceso y se tramiten los documentos", añadió la funcionaria.
Financiación millonaria para el programa
Las nuevas instalaciones estatales se financiarán con un fondo de 45.000 millones de dólares (39.000 millones de euros) destinado al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). Este presupuesto forma parte de la legislación impulsada por Trump el mes pasado.
Noem ha establecido una política de contratos para centros del ICE inferiores a cinco años. "Si dentro de 15 años seguimos construyendo y procesando 100.000 camas de detención, entonces no hemos hecho nuestro trabajo", concluyó la responsable.
(Europa Press/Madrid) Nota: Este artículo ha sido editado con la ayuda de Inteligencia Artificial.